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Podcast (Old)

Una entrevista con Terryl Givens sobre ‘2 Nefi, una breve introducción teológica’

BLAIR HODGES (Maxwell Institute Podcast): Este es el podcast del Instituto Maxwell. Soy Blair Hodges.

Este episodio contin�a nuestra serie especial sobre las Breves Introducciones Teol�gicas del Libro de Morm�n del Instituto Maxwell una serie de libros que presentan el Libro de Morm�n breve y teol�gicamente. En este episodio hablamos con Terryl Givens, autor del volumen de Segundo Nefi. Los autores de estas Breves Introducciones Teol�gicas est�n 'buscando a Cristo en las Escrituras al combinar el rigor intelectual y el anhelo del disc�pulo por la santidad.' Puedes obtener m�s informaci�n sobre la serie en mi.byu.edu/brief. Analicemos quiz�s la secci�n m�s desafiante del Libro de Morm�n Terryl Givens ofrece una breve introducci�n teol�gica a Segundo Nefi.

* * *

HODGES: Terryl Givens, bienvenido una vez m�s al Podcast del Instituto Maxwell.

Terryl Givens

TERRYL L. GIVENS (Autor): Gracias Blair, es bueno estar aqu�.

Givens se acerca al segundo Nefi

HODGES: Hoy estamos hablando de 2 Nefi, una Breve Introducci�n Teol�gica. Este es un libro que est�s escribiendo para una nueva serie que est� preparando el Instituto Maxwell. Breves Introducciones Teol�gicas al Libro de Morm�n. 2 Nefi, �c�mo llegaste a trabajar en ese libro?

GIVENS: Bueno, yo lo ped�. Joe podr�a estar en desacuerdo conmigo, pero creo que es el libro m�s importante del Libro de Morm�n y

HODGES: Eso es lo que Joe Spencer est� diciendo.

GIVENS: S�, Joe Spencer, creo que no estar� de acuerdo conmigo, pero creo que es realmente en 2 Nefi que tenemos todo el plan y el prop�sito del Libro de Morm�n alineados, al menos desde la perspectiva de Nefi.

HODGES: Ha sido divertido escuchar de diferentes autores y la gente escuchar� a medida que entrevistemos m�s, todos han descubierto que su propio libro es

GIVENS: El m�s importante. �Por supuesto!

HODGES: S�, as� que est�s cubriendo un libro, sin embargo, eso se ha vuelto notorio, creo, para muchos lectores de los Santos de los �ltimos D�as como una especie de obst�culo en el Libro de Morm�n. 2 Nefi es algo que parece abrumador. �Por qu� crees que los lectores de los Santos de los �ltimos D�as han batallado con 2 Nefi?

GIVENS: Bueno, claramente son los pasajes de Isa�as. S� que el �lder Jensen coment� una vez en p�blico que hab�a tratado de leer el Libro de Morm�n fielmente como familia, pero que nunca hab�an salido del desierto. Creo que son esos pasajes de Isa�as, donde Isa�as es un escritor muy cr�ptico. Es muy dif�cil para nosotros, al cabo de unos pocos miles de a�os, el darle sentido a esos textos antiguos. No s� si mi presentaci�n los har� mucho m�s f�ciles, pero espero proporcionar al menos una buena explicaci�n de por qu� Nefi pone tanto �nfasis en Isa�as y c�mo podr�amos aceptar m�s voluntariamente el desaf�o de tratar de hacer que Isa�as sea relevante para nosotros en nuestra situaci�n actual.

HODGES: Parece que eso es lo que el propio Nefi estaba tratando de hacer, esto es, aceptar el desaf�o de hacer relevante a Isa�as.

GIVENS: S�, eso es y creo que tal vez no apreciamos completamente cu�n claramente est� indicando que �l no est� interpretando a Isa�as. No nos est� dando tanto un comentario liviano de Isa�as, sino que m�s bien se est� apropiando de Isa�as para sus propias circunstancias y su propia gente. Necesitamos hacer lo mismo.

Jerusal�n es destruida

HODGES: Una de tus primeras observaciones en el libro es que el libro de Nefi es el �nico en el Libro de Morm�n que se divide en dos bajo el nombre del mismo autor. Entonces tenemos un 1 Nefi y un 2 Nefi. Tu Breve Introducci�n Teol�gica trabaja para explicar esa singularidad.

GIVENS: Que Nefi quiebre el registro en dos es un sello de contraste distintivo del registro de Nefi. No es necesariamente porque es muy largo. Me parece que la pregunta realmente se nos impone. �Por qu�? �Qu� sucede en su experiencia, o la experiencia de su gente, que marca una ruptura radical con la primera narrativa y lo hace sentir que se justifica un nuevo comienzo? Entonces, eso es lo que busqu� y mi teor�a es que la l�gica aparece inmediatamente, como era de esperar, en los pasajes iniciales de 2 Nefi. Uno pensar�a que un quiebre natural ser�a su llegada al nuevo mundo, pero eso ocurre en 1 Nefi. Otro quiebre natural ser�a la muerte de Lehi el patriarca, pero eso no ocurre hasta m�s tarde en 2 Nefi. No, lo que sucede con solo unos pocos versos en 2 Nefi es el anuncio que Lehi hace y que creo que lo cambia todo. Ese anuncio es que Jerusal�n est� destruida. Creo que eso debe haber ca�do como una bomba. Ahora, es cierto que la destrucci�n hab�a sido profetizada, pero creo que existe toda la diferencia en el mundo entre la profec�a te�rica que contemplamos y lo abstracto, y vivir el momento m�s catastr�fico de la historia de Israel hasta ese momento. Lo �nico con lo que podr�a compararlo, y as� lo hago en la Introducci�n, es imaginarme dentro de una d�cada m�s o menos, al menos seg�n los planes de la NASA, para imaginar una colonia real que se haya establecido con �xito en Marte, y tienes un cronista, un guardi�n de registros y varias personas estableci�ndose en el puesto avanzado de la civilizaci�n de la tierra y luego este mensaje llega a trav�s del espacio interplanetario de que la tierra acaba de estallar en un holocausto nuclear. Me parece que hay algo m�s o menos comparable que habr�a ocurrido psicol�gica y emocionalmente para esta gente que se ve a s� misma como una avanzada. �Verdad? Como un remanente de Israel y de repente Israel como lo conoc�an ha desaparecido. El templo ha desaparecido. Otro antecedente m�s hist�rico podr�a ser la supuesta quema de las naves de Cortez despu�s de que los conquistadores llegan al nuevo mundo y de repente te das cuenta de la dureza de tu situaci�n, que has llegado a un punto sin retorno y que ahora eres el manantial de una nueva civilizaci�n.

HODGES: Y dices que aparece un libro y lo comparas con lo que sucede con la Tor� tambi�n.

GIVENS: Hay un paralelo hist�rico exacto all�. Pr�cticamente todos los eruditos del Antiguo Testamento o los eruditos de la Biblia hebrea creen que fue el trauma del cautiverio babil�nico y, nuevamente, la misma destrucci�n de la que estamos hablando, lo que lanza ese proyecto entre los cautivos jud�os en Babilonia para redirigir su civilizaci�n, por as� decirlo, que ahora ha sido desplazada espacialmente, en espacio b�blico estableciendo un cimiento o fundamento b�blico para su supervivencia como pueblo. Es la Tor�, los cinco libros de Mois�s, que creemos que surge de esa experiencia, de ese trauma. De manera similar, Nefi establecer� una especie de fundamento b�blico y teol�gico para su pueblo en este mismo momento al participar en este mismo proyecto de establecer una especie de formato de autoridad y doctrina b�blica.

HODGES: Tambi�n tenemos a Nefi hablando de los cinco libros como si hubieran existido en esa �poca. �C�mo encuentras sentido a la l�nea de tiempo all�, en cuanto a que ellos supieran sobre eso?

GIVENS: S�, no estoy seguro. Creo que es completamente concebible que uno pueda encontrar una forma de reconciliar estas dos l�neas de tiempo diferentes al suponer que alg�n tipo de registro de las escrituras ya est� presente entre el pueblo jud�o en el momento del cautiverio, pero que no ha sido, a lo que nos referir�amos como 'canonizado' de alguna forma unitaria formal. Ese ser�a mi mejor conjetura.

HODGES: Y ves que la tarea de Nefi coincide con el prop�sito declarado de Moroni que tenemos en la portada del libro.

GIVENS: Bueno, �exactamente! Y creo que Moroni en realidad est� extrayendo ese idioma de Nefi. Quiero decir, me gustar�a pensar que lee a Nefi al menos de una manera vagamente similar a mi forma de leerlo. Debido a que Nefi establece: 'Est� bien, estas son las dos cosas que tengo que hacer' y que lo vemos haciendo en 2 Nefi. Y los dos proyectos son para tranquilizar a su pueblo de que, aunque Jerusal�n haya desaparecido, nosotros no somos olvidados. Que todav�a tenemos un lugar y una historia del convenio. Entonces, ese es el prop�sito #1. Y el prop�sito #2 es que si no queremos experimentar el mismo destino de nuestros hermanos, tenemos que mantener a Jesucristo como la figura central de ese convenio.

El nuevo y muy antiguo convenio

HODGES: Tomemos esos uno a la vez. Entonces, comencemos con eso: el nuevo y muy antiguo convenio, creo que son las palabras que usas en tu libro. �C�mo llegaste a esta idea de que el convenio es uno de los temas centrales de tu libro sobre 2 Nefi? �Cu�ndo llegaste a ver el texto de esta manera?

GIVENS: Bueno, en realidad trabaj� en muchos de estos temas en mi libro, 'Feeding the Flock', que fue mi Publicaci�n de Oxford sobre eclesiolog�a SUD. Fue un intento de responder la pregunta: �Por qu� una iglesia? �Cu�l es en realidad la funci�n de la iglesia institucionalmente? Aparte de solo doctrina o teolog�a. Y cuanto m�s indagu� sobre esta pregunta, m�s me convenc� de que la forma m�s efectiva y precisa de pensar sobre la restauraci�n de los Santos de los �ltimos D�as es como la restauraci�n del nuevo y sempiterno convenio. Y una vez que reconoces eso, creo que ves corroboraci�n en todas partes. Sabemos que en algunos de los primeros relatos de la primera visi�n de Jos� Smith, que algunas de las personas con quienes �l comparti� su experiencia, dijeron que lo �nico que Jos� coment� fue que el Se�or le hab�a dicho que el convenio sempiterno hab�a sido quebrantado. Esa frase reaparece en el prefacio de Doctrina y Convenios, as� llamado por el Se�or cuando, esencialmente, obtenemos toda la justificaci�n de la Restauraci�n cuando el Se�or le dice a Jos� en D. y C. 1 que el convenio sempiterno hab�a sido quebrantado y que el prop�sito de Jos� su misi�n como profeta es restaurar el nuevo y sempiterno convenio. Creo que en ese momento, el propio Jos� Smith no sabe exactamente lo que ese convenio implica. Y el nuevo y sempiterno convenio ser� progresivamente empujado m�s y m�s atr�s en la historia c�smica en el curso de la obra prof�tica de Jos� Smith.

Por ejemplo, hist�ricamente pensamos en el primer convenio como aquel que se hizo con Mois�s o algunos te�logos del convenio dir�n: 'No, en realidad es el convenio hecho con Ad�n en el Jard�n.' En el libro de Mois�s, que Jos� restaura poco despu�s del Libro de Morm�n, aprendemos que, de hecho, s�. La plenitud del evangelio el convenio del evangelio se dio a conocer a Ad�n y Eva en el Jard�n. Y luego, unos a�os m�s tarde, con la producci�n del libro de Abraham, aprendemos que, de hecho, el convenio precede a la creaci�n de la Tierra misma. Entonces, creo que en la comprensi�n Santo de los �ltimos D�as, tenemos que llegar a un punto en el que reconocemos en ese momento en el concilio que se describe en Abraham 3, donde el Padre Celestial presenta Su plan para el progreso y la exaltaci�n humana, y nosotros dos tercios de los esp�ritus est�n de acuerdo por convenio en sostener ese proyecto. Creo que ese es el fundamento del nuevo convenio sempiterno. Es el evangelio en su totalidad. Entendido que abarca todos los aspectos del evangelio desde su plan su plan presentado en el concilio en el Cielo hasta el proceso de encarnaci�n mortal hasta la plenitud del evangelio y las ordenanzas del templo que culminan en nuestro regreso hacia una familia Celestial, pero ahora incrustado en un sistema de relacionalidad eterna llevado a buen t�rmino a trav�s de la teolog�a del templo que fue el enfoque central de Jos� Smith. As� que ese plan total Alma lo llama el Gran Plan de Felicidad creo que las Escrituras se refieren a eso como el nuevo y sempiterno convenio.

HODGES: Y ves que el Libro de Morm�n interviene en una pregunta muy antigua sobre la relaci�n entre la Biblia hebrea el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Y el Libro de Morm�n quiebra esa divisi�n.

GIVENS: Bueno, en realidad reconcilia esa divisi�n, �es as�? Creo que tenemos que, como Santos de los �ltimos D�as, si vamos a entender la restauraci�n, debemos entenderla en su contexto hist�rico y la forma en que Jos� parece haber visualizado en t�rminos importantes, su labor de Restauraci�n fue como una correcci�n de la teolog�a del convenio tal como hab�a sido desarrollada en los d�as de Jos� Smith. Si regresas y solamente buscas en Google las palabras 'convenio sempiterno' o 'nuevo y sempiterno convenio en el siglo XIX', encontrar�s literalmente cientos de libros y cientos de sermones que aparecen bajo el t�tulo de 'Teolog�a del convenio' alguna variante de la teolog�a del convenio. Entonces, lo que sucedi� en los d�as de Jos� Smith, y comienza realmente bastante temprano en la historia cristiana, es que hay un entendimiento de que han existido dos convenios. El primero es el antiguo convenio un convenio de las obras; un convenio asociado con Ad�n en el Jard�n o Mois�s y la ley. Pero la comprensi�n cristiana fue que el pueblo jud�o no cumpli� con los t�rminos de ese convenio. Bien, entonces esto se convierte en lo que se llama 'Teolog�a Supersesionista.' No es muy generosa con el pueblo jud�o porque lo retrata como un fracaso total en respetar los t�rminos del convenio. Como consecuencia de lo cual, Dios elige a un nuevo pueblo el pueblo cristiano como ser� llamado para que cumpla con un nuevo convenio titulado, 'El Convenio de Gracia' introducido por Jesucristo su sacrificio. Y as�, en la comprensi�n protestante en particular, tenemos el nuevo convenio, el Convenio de Gracia que reemplaza o desplaza el antiguo convenio de obras. Y eso, como dije, tambi�n se conoce con el nombre de Teolog�a Supersesionista. Ahora, las consecuencias del propio Supersesionismo de la Segunda Guerra Mundial han disminuido y los cristianos han tratado de encontrar nuevas formas de encontrar un lugar m�s acogedor para los jud�os en su teolog�a cristiana.

HODGES: Amor para luchar contra el antisemitismo y un poco evaluar la historia de eso.

GIVENS: �Exactamente, exactamente! Porque eso es parte del paquete de toda la historia antisemita. El Libro de Morm�n evita en gran medida ese problema de una manera que es realmente notable para un texto de principios del siglo XIX porque colapsa esos dos convenios en uno o, dir�a con mayor precisi�n, los restaura integr�ndolos en la concepci�n original de ese convenio y lo hace de una manera muy sistem�tica. Puedes rastrear en el Libro de Morm�n, elemento por elemento, c�mo toma estos dos convenios dispares y los fusiona nuevamente. Por ejemplo, el Antiguo y el Nuevo Testamento est�n separados cronol�gicamente el Antiguo Testamento precede a Cristo, el Nuevo Testamento despu�s de Cristo. En el Libro de Morm�n, tenemos un marco de tiempo que va desde 600 a. C. aproximadamente a 400 d. C. aproximadamente, por lo que ya no hay una divisi�n cronol�gica. Tenemos este texto de escritura que encarna ambos. Mientras que ten�amos la Ley de Mois�s que dominaba el Antiguo Testamento, la ley de Cristo que dominaba el Nuevo, en el Libro de Morm�n encontramos que ambos existen lado a lado. Encontramos una y otra vez que se hace referencia a las personas como que 'guardan la Ley de Mois�s', 'acatan la ley de Mois�s', incluso cuando anticipan la venida de Cristo. En otras palabras, claramente no ven una discrepancia o una discontinuidad entre la llamada ley mosaica y la ley cristiana. Ellos ven a las dos como interconectadas. Otra forma de hablar sobre esto es que las obras y la gracia encuentran una s�ntesis perfecta en el Libro de Morm�n. En el Antiguo Testamento, la comprensi�n del convenio hab�a sido en gran medida una especie de cosa grupal o tribal, y en el Nuevo Testamento se vuelve muy individualizado. La conversi�n es individualizada. Nuevamente, en el Libro de Morm�n encontramos una hermosa fusi�n de estas dos. Encontramos pueblos del convenio como en la �poca de Rey Benjam�n, pero que entran en una relaci�n individual con Cristo a trav�s de su aceptaci�n personal de �l como su Salvador. Entonces, en todas estas formas, lo que parece haber estado haciendo Jos� Smith a trav�s del Libro de Morm�n fue reescribir radicalmente la teolog�a del convenio cristiano de una manera que representa el evangelio como un todo, como uno solo, y como eterno.

HODGES: Esta restauraci�n de una perspectiva colectiva realmente me llam� la atenci�n que los cristianos se hab�an centrado, muchos cristianos, deber�a decir se hab�an centrado durante mucho tiempo en la salvaci�n individual del pecado. Siendo que el problema es la Ca�da y una persona ca�da necesita ser salvada y as� una y otra vez, pero el Libro de Morm�n trae de vuelta esta imagen corporativa de la que hablaste hace un momento donde Dios se preocupaba por las personas, no solo individuos, pero los individuos tambi�n.

GIVENS: Eso es correcto. Y creo que eso florecer� en todo el proyecto de construcci�n de Sion que Jose Smith inaugur� bastante temprano en la d�cada de 1830, donde tenemos lo que me parece la comprensi�n cristiana m�s comunal de la salvaci�n. Eso s�, tenemos que tener una relaci�n individual y personal que comprenda el compromiso, pero esa salvaci�n es en �ltima instancia corporativa. Que somos salvos como familias y como comunidades.

HODGES: Y todas las obligaciones y responsabilidades se extienden a trav�s de esas relaciones, no solo en la propia relaci�n de uno con Dios.

GIVENS: Eso es exactamente correcto. Y as�, ya sabes, algunos te�logos han dicho que la religi�n puede ser antropoc�ntrica, donde todo est� orientado verticalmente hacia Dios o puede ser un sistema m�s secular. Puede ser horizontal y antropoc�ntrico �dije antropoc�ntrico para el primero?

HODGES: Si.

GIVENS: Quise decir teoc�ntrico, orientado a Dios. Y la teolog�a de la restauraci�n incorpora maravillosamente esas dos dimensiones donde tienes relaciones horizontales al mismo tiempo que nos estamos orientando hacia un padre divino a quien adoramos.

HODGES: Y entonces, tambi�n hablas de lo importante que es la geograf�a para Nefi. Est� hablando de la situaci�n real de la tierra prometida, pero tambi�n se vuelve m�s que eso y tiene que ser r�pido porque en la tierra prometida a la que llegan, all� hay una divisi�n instant�nea y huyen.

GIVENS: �Eso es correcto! Y as�, s�, encontramos algo que es terriblemente ir�nico y encontramos algo que tambi�n es dram�ticamente paralelo de una manera fascinante a lo que Jos� Smith y su propia gente est�n a punto de experimentar. Entonces, lo que encontramos all� es�por mucho tiempo ha sido esta preocupaci�n jud�a por el lugar, �verdad? La tierra prometida. Y hasta el d�a de hoy, los conflictos en el Medio Oriente est�n orientados en gran medida a la ocupaci�n f�sica de lo que fue visto como una tierra de la promesa. Entonces, inmediatamente despu�s del anuncio de Lehi de que Jerusal�n est� destruida, trata de consolar a su pueblo diciendo: 'Pero, Dios nos ha dado esta nueva tierra de la promesa.' Bien, hasta ahora todo bien, pero la decepci�n llega poco despu�s cuando se restablecen, tienen un nuevo hogar, lo considerar�n su nueva tierra prometida y casi de inmediato, Nefi es advertido de que tiene que tomar a su pueblo y partir m�s lejos en el desierto. Y entonces, lo que encontramos es que ahora ha perdido dos tierras prometidas y tiene que tener una tercera. Y luego vamos a encontrar una nueva generaci�n, por lo tanto, la situaci�n se repite nuevamente donde el pueblo de Dios tiene que levantarse y huir al desierto. Y as�, como dije, si consideras lo que est� sucediendo a partir de la d�cada de 1830, en 1832 o '33, los mormones se ven obligados a abandonar su tierra prometida del Condado de Jackson. Los obligan a ir al Condado de Clay. Para 1836, se ven obligados a salir del Condado de Clay a otra tierra prometida, y as� una y otra vez. Eventualmente, por supuesto, lo que sucede para ambos, creo que los nefitas y para los santos, es que aprenden como la revelaci�n eventualmente declarar�, que Sion no es un lugar. Sion es los puros de coraz�n. Y que hay una educaci�n, hay un proceso o funci�n educativa que se logra con lo que Jos� Smith llam� 'reuni�n compacta', pero que, en �ltima instancia, se trata de la pureza de coraz�n y vivir la doctrina de Cristo y estar en un sendero del convenio y no estar en alg�n lugar especialmente designado.

HODGES: Es interesante la forma en que opera en un nivel muy literal para Nefi, pero luego, dentro del Libro de Morm�n, tambi�n ves que se vuelve m�s figurativa, esta tierra, pero tambi�n tu coraz�n.

GIVENS: S�, creo que s�, s�. Y creo que eso es de hecho que la comprensi�n culmina y llega a su forma m�s perfecta con el final de 2 Nefi, donde se enfoca en lo que llama la doctrina de Cristo. Donde nuestra posici�n ante Dios se convierte en una funci�n del compromiso de convenio que �l describe en t�rminos que hoy conocemos bastante bien.

HODGES: �Por qu� Isa�as? Entonces, �l va a traer mucho de Isa�as. �Qu� piensas de eso? Ya has pasado bastante tiempo con eso.

GIVENS: Bueno, Isa�as es el profeta del convenio, �verdad? �l es el que de todos los escritores del Antiguo Testamento, est� m�s preocupado por la historia del convenio y creo que no hay ninguna fuente m�s relevante entre los profetas del Antiguo Testamento a la que la gente de Nefi pueda recurrir tanto para comprender la historia del convenio como para garant�as de la naturaleza inquebrantable del convenio que Dios ha hecho con su pueblo. Y as�, una y otra vez, Isa�as registrar� una historia de dispersi�n y aparente abandono de Dios solo para tranquilizar y prometer narrar una restauraci�n de una relaci�n de convenio y en muchos casos de recuperaci�n f�sica. Entonces, creo que es importante se�alar que dos cosas est�n sucediendo lado a lado, tanto en Isa�as como en el Libro de Morm�n, que s�, Sion como los puros de coraz�n, en cierta medida, desplaza a Sion como una tierra prometida, pero existe ese aspecto de la historia del convenio que se desarrollar� seg�n lo prometido, que habr� una restauraci�n literal del Israel disperso en ambos casos. Entonces, no es que abandonamos o perdimos por completo la esperanza en una especie de reuni�n f�sica del pueblo de Israel en un lugar particular.

Para convencer a todos de que Jes�s es el Cristo

HODGES: Con nosotros Terryl Givens. �l es un Investigador Asociado Mayor Neal A. Maxwell aqu� en el Instituto Maxwell y estamos hablando de su pr�ximo libro, 2 Nefi: una Breve Introducci�n Teol�gica. De hecho, para cuando salga este episodio, deber�a estar disponible para pedido por adelantado. Antes de venir al Instituto Maxwell, el Dr. Givens fue el Presidente del Programa Bostwick de Ingl�s y fue profesor de literatura y religi�n en la Universidad de Richmond y estamos muy contentos de tenerlo aqu� en el Instituto. Entonces, hemos cubierto el punto uno de la preocupaci�n de Nefi, que es hablar sobre el convenio. T� dices que la segunda parte de tu misi�n era convencer a la gente de que Jes�s es el Cristo, y lo cubres en el pr�ximo cap�tulo y dices que es una especie de anacronismo sorprendente que existan estos cristianos antes de la �poca de Cristo. Quiero citarte exactamente aqu� porque realmente generaste la pregunta de la entrevista para m�. Entonces, esto es lo que dijiste: ��C�mo es que un grupo de antiguos israelitas, un continente lejos de Jerusal�n, y seis siglos antes de su llegada, adquiri� el conocimiento previo exacto de Jes�s cuando sus contempor�neos jud�os ten�an, en el mejor de los casos, creencias vagamente definidas en alg�n tipo de futuro Mes�as?.'

GIVENS: Bueno, el Libro de Morm�n mismo da dos respuestas a esa pregunta. Y hay otras posibilidades, �verdad? Algunos han especulado bien, tal vez Moroni, en retrospectiva, ha editado libremente el registro

HODGES: Mejorado ...

GIVENS: mejorado al agregar detalles-

HODGES: De alguna manera vemos eso con Isa�as, ya sabes.

GIVENS: Eso es correcto. Cyrus, por nombre, por ejemplo. Pero las dos razones que da el Libro de Morm�n en s� son estas: Primero, el Libro de Morm�n sugiere que hab�a un registro m�s completo disponible para Lehi y su pueblo que lo que ahora est� extendido en la Biblia hebrea. Cantidad de profetas que se mencionan, como Zen�s y Naum y otros. Y as�, citan e invocan espec�ficamente a estas autoridades como que tienen un conocimiento particular de Jesucristo y las circunstancias que rodearon Su nacimiento y vida. Entonces, esa es una fuente a la que apelan. La segunda fuente es la de la ministraci�n y las visitas angelicales. En pr�cticamente todos los casos donde hay una alusi�n o una referencia o una profec�a de Cristo o que hab�a nacido en Jerusal�n o el nacimiento virginal, el locutor se esfuerza grandemente por indicar que el conocimiento que est� a punto de compartir vino a �l en una visi�n, a trav�s de un �ngel u otra fuente particular fuera del conducto normal de informaci�n. Es como si los oradores en el Libro de Morm�n fueran conscientes de la naturaleza at�pica de su conocimiento particular de Jesucristo y, por lo tanto, se esfuerzan grandemente por hacernos saber que no, este no era un conocimiento que estaba generalmente disponible, sino que era dado a ellos por comisi�n especial de visitantes angelicales.

HODGES: S�, t� recorres la lista donde, por ejemplo, Nefi dice �l est� hablando de Cristo seg�n la palabra del �ngel que est� en 2 Nefi 25. Jacob conoce de la flagelaci�n y crucifixi�n de Cristo debido a 'las palabras que el �ngel le habl�' en 2 Nefi 6. El Rey Benjam�n supo el nombre de la madre de Cristo por un �ngel de Dios que est� en Mos�ah 3 y luego Alma el Joven sabe sobre Jerusal�n y que Cristo naci� cerca de all� porque el Esp�ritu dijo eso en Alma 7 y la lista contin�a.

GIVENS: Correcto, correcto. Entonces, creo que es notable que en ning�n caso tengamos una especie de anacronismo flagrante. Tenemos su claro reconocimiento de que est�n operando fuera de los canales normales de comprensi�n hist�rica.

HODGES: Y luego, al final de este cap�tulo que habla sobre la comprensi�n del Libro de Morm�n sobre Jes�s, t� se�alas que el Libro de Morm�n no est� simplemente tratando de dar a los lectores una serie de hechos sobre Jes�s. No se trata de una lista de cosas que necesitamos saber sobre Jes�s. No es ese tipo de conocimiento. En cambio, t� dices que el libro est� invitando a los lectores a obtener sus propias experiencias con Cristo y los profetas del Libro de Morm�n intentan modelar esto. Entonces, �de qu� se trata este conocimiento de Jes�s?

GIVENS: S�, y aqu� es donde encuentro el Libro de Morm�n particularmente conmovedor de una manera muy personal e �ntima. Como Santos de los �ltimos D�as hoy, somos incre�blemente afortunados de tener lo que creo es una concepci�n mucho m�s amplia, mucho m�s precisa e inspirada de lo Divino. Creo que las escrituras como el s�ptimo cap�tulo de Mois�s o el quinto cap�tulo de Jacob en el Libro de Morm�n, creo que nos dan una concepci�n radicalmente diferente de la naturaleza Divina. Uno que es capaz de sufrir con los humanos, de sentir, de conmoverse. Pero, en alg�n momento de la vida del disc�pulo, tienes que pasar de Jesucristo como una construcci�n te�rica a Jesucristo como un sanador o Salvador personal con quien has interactuado de una manera �ntima y real. Y ese punto se deja muy claro en el Libro de Morm�n porque solo en 2 Nefi recibimos testimonios de testigos presenciales, personales y de primera mano de los principales actores que han conocido personalmente a Cristo. Como este no es un conocimiento que se ha obtenido simplemente a trav�s de las Escrituras o la tradici�n, el Padre Lehi habla sobre su experiencia de estar 'envuelto entre los brazos del amor de Dios' (2 Nefi 1:15). Se nos dice que tanto Nefi como Jacob han visto personalmente al Cristo. M�s tarde veremos c�mo Enoc entra en una conversaci�n dial�ctica real con el Salvador del Mundo. Entonces, lo que estamos obteniendo una y otra vez son realmente estos testimonios de primera mano de que Cristo est� all� como una presencia viva real en el mundo de entonces y en el mundo de hoy.

HODGES: Citas del te�logo cat�lico Steven Webb donde dice que los mormones parecen estar obsesionados con Cristo y ves que esta obsesi�n se extiende por todo el Libro de Morm�n.

GIVENS: Lo hace. Se extiende desde el principio mismo hasta el propio final. Y sabes, creo que por supuesto, se supone que debo limitarme principalmente a 2 Nefi pero creo que ya sabes, existe este magn�fico momento en algunos aspectos es el momento clave del Libro de Morm�n en 1 Nefi, cap�tulos 10 y 11, donde Nefi ha escuchado, repetido la visi�n de su padre Lehi y ora. Quiere el mismo tipo de experiencia. Se le aparece un �ngel y le dice efectivamente: 'Bueno, �no crees en las palabras de tu padre?.' Y tiendo a pensar que esa es una de las preguntas trascendentales en todo el tiempo registrado porque todo est� en juego en esa pregunta. Si Nefi dice: 'Bueno, no, no las creo', entonces el �ngel podr�a decir: 'Bueno, ser� mejor que te pongas en orden, tienes que arreglar tu relaci�n con tu patriarca y padre.' Y si �l dice: 'Bueno, s�, las creo', entonces, seg�n el precedente del Antiguo Testamento, esperas que el �ngel diga: 'Bueno, entonces ser�a redundante para m� el dec�rtelo, ya tienes la palabra de un profeta.' Y, sin embargo, cuando Nefi dice: 'S�, creo en las palabras de mi padre', el �ngel rompe en un canto de alabanza. Y lo que sucede en ese momento tal como lo veo es que obtenemos esta bifurcaci�n radical, esta ruptura del patr�n del Antiguo Testamento donde solo los profetas y los patriarcas tienen experiencia de lo Divino y de repente Nefi se da cuenta de que no, yo, solo un individuo que ve, un hijo, un disc�pulo inquisitivo, puedo tener mi encuentro personal con lo Divino. Y esto, por supuesto, sigue siendo el tema principal del libro hasta Moroni, donde presenta la misma promesa a los lectores del futuro. Para que ellos tambi�n puedan saber estas cosas por el poder del Esp�ritu Santo. Entonces, creo que el gran atractivo, el poder y el magnetismo del Libro de Morm�n, especialmente a principios del siglo XIX, John Greenleaf Whittier, el gran poeta estadounidense, en realidad dijo esto cuando alguien pregunt�: '�C�mo se explica este �xito fenomenal del mormonismo? �l dijo: 'hablaba un idioma de esperanza y promesa a corazones d�biles y cansados, sacudidos y perturbados, que han vagado de secta en secta, buscando en vano las manifestaciones primarias del poder Divino.' Entonces, el Libro de Morm�n es como si abriera este conducto. Nos da este acceso divino o acceso a lo Divino tanto a modo de instrucci�n como de modelo de c�mo puede suceder eso.

HODGES: �C�mo te ha funcionado eso? �Ha cambiado el Libro de Morm�n tu vida devocional, en c�mo interact�as con Jesucristo?

GIVENS: Bueno, creo que lo hace de una manera aspiracional m�s que cualquier otra cosa. Quiero decir, el segundo que escrib� fue sobre el Libro de Morm�n, By the Hand of Mormon. Y en ese volumen, pens� que hab�a percibido una contribuci�n notable de la teolog�a de los Santos de los �ltimos D�as y lo llam� 'revelaci�n dial�ctica.' Y me llam� la atenci�n que en la historia de la teolog�a ha habido tres formas principales de entender la revelaci�n. Esto proviene de un estudio cl�sico realizado por el gran erudito Avery Dulles. Y hay revelaci�n como las acciones de Dios en la historia, hay revelaci�n como el canon, y luego hay revelaci�n como experiencia compartida. Pero Avery Dulles se esforz� por se�alar que tradicionalmente, la revelaci�n como experiencia compartida significa solo entonaciones d

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